Se puso en guardia, lo miró de frente y en un parpadeo ya lo tenía atenazado entre sus fornidos brazos. Con la misma energía con que jugueteó con Aldo Corzo, Juan Manuel Vargas sortea las miserables dagas del destino y, aunque cauto, sueña con jugar algunos minutos ante Uruguay.
Luis Córdova. Mendoza, Argentina.
“Quiero manejar la ansiedad para no precipitarme”, confesó demostrando lo cuerdo que puede ser este loco.
“Hay que tomar las cosas con calma. Los deseos son fuertes, pero estoy tranquilo y con el equilibrio para poder meditar bien la cosas. Quiero lo mejor para el equipo y para mí”, añadió.
Pero si hay alguien que no para de meditar, como el “Loco”, ese es Sergio Markarián. El “Mago”, más minucioso que nunca, estudia la posibilidad de alinear al extremo de la Fiorentina al menos en el segundo tiempo o, de lo contrario, esperar hasta el choque con México.
Mucho tendrá que ver la práctica de hoy para darle el visto bueno. Ayer, Vargas jugó y no sintió dolor.
Luis Córdova. Mendoza, Argentina.
“Quiero manejar la ansiedad para no precipitarme”, confesó demostrando lo cuerdo que puede ser este loco.
“Hay que tomar las cosas con calma. Los deseos son fuertes, pero estoy tranquilo y con el equilibrio para poder meditar bien la cosas. Quiero lo mejor para el equipo y para mí”, añadió.
Pero si hay alguien que no para de meditar, como el “Loco”, ese es Sergio Markarián. El “Mago”, más minucioso que nunca, estudia la posibilidad de alinear al extremo de la Fiorentina al menos en el segundo tiempo o, de lo contrario, esperar hasta el choque con México.
Mucho tendrá que ver la práctica de hoy para darle el visto bueno. Ayer, Vargas jugó y no sintió dolor.
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