Johnnier Montaño y Donny Neyra, el “Potón” y el “Bidón”, los volantes de Alianza Lima para el 2012, dos jugadores acariciados por la vida con una calidad de pocos y expuestos a la mirada de burla. Sí, los dos están en el proyecto victoriano para el 2012 y ya sueñan con llevar a la blanquiazul a lo más alto de la Copa Libertadores.
Si bien no son jugadores que por su forma de juego encajan en lo que ha buscado los íntimos en los últimos años –ahora quieren tener volantes con velocidad y presión–, varios en la interna tienen claro que la calidad de Montaño y Neyra podrían ser determinantes en algunos momentos claves de un cotejo. Ambos, en sus mejores momentos, ya lo demostraron.
Y es que no todo gira, si es que no hay un punto medio fuerte de la cabeza y con talento. Así es esto, muchos pueden poner sobre el fuego diversos aspectos de los dos, pero pocos podrán sobre la mesa de discusión que son capaces de romper maleficios de una defensa cargosa.
El caso de Montaño está a punto de cerrarse, quieren convencerlo de que se quede en el club. Saben que las ofertas por el cafetero están a la orden del día. Quizá y la idea es juntarlo en más de una oportunidad, ellos ya sabrán arreglárselas. Total, los dos son capos.
Si bien no son jugadores que por su forma de juego encajan en lo que ha buscado los íntimos en los últimos años –ahora quieren tener volantes con velocidad y presión–, varios en la interna tienen claro que la calidad de Montaño y Neyra podrían ser determinantes en algunos momentos claves de un cotejo. Ambos, en sus mejores momentos, ya lo demostraron.
Y es que no todo gira, si es que no hay un punto medio fuerte de la cabeza y con talento. Así es esto, muchos pueden poner sobre el fuego diversos aspectos de los dos, pero pocos podrán sobre la mesa de discusión que son capaces de romper maleficios de una defensa cargosa.
El caso de Montaño está a punto de cerrarse, quieren convencerlo de que se quede en el club. Saben que las ofertas por el cafetero están a la orden del día. Quizá y la idea es juntarlo en más de una oportunidad, ellos ya sabrán arreglárselas. Total, los dos son capos.
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